No me interesa hacer un blog “querido diario style”, sino más bien hablar de Galleta, del galletismo y por ende, del galletismo en mi vida, porque eso, quiera o no, es ineludible.
Apenas transcurrido un mes de mi anterior paso fugaz por Madrid, volví a dejarme caer en plan visto y no visto. El sábado por la mañana quedé con Jose de Pulpa para recoger unas cuantas copias de todo su catálogo, o sea, los seis vinilos (Soylent Green, D:Uni:Son, Strand+Tres, Rec_Overflow, Big City Lover y Debilorithmicos) y el CD de Big City Lover, con temas que no aparecen en el 12”. O sea que me he vuelto a Barcelona cargadito de Pulpa para distribuir entre amigos, conocidos y gente que se cruza en el camino. De momento la pequena ya se ha encaprichado con el vinilo de Rec_Overflow (como se puede apreciar en la foto).
Por la tarde me pasé por Ama Records, a dejar más copias de Galleta (Polen y El Chavo / Strand), pues las que dejé durante semana santa encontraron hogar bastante rapidito. Todo sea dicho que no me lo esperaba y me alegró bastante cuando Chema me lo comunicó con un mensajito por el myspace. No estaba Chema, por lo que no hubo pequeña tertulia ni comentario de jugadas varias. Hice mi pequeña adquisición de rigor: el nuevo 12” de Chinatown, “Uranio”, y la reedición del “Liquid Swords” de Genius/Gza, obra maestra de la primera hornada de los shaolines de Staten Island. Era obvio que tarde o temprano tenía que hacerme con una copia de uno de los discos que más he reventado y que en su día me cogió de la mano para enseñarme cosas que no apreciaba hasta el momento. Posiblemente el último numero de Serie B fuese una señal.
En Ama quedé con unos de los miembros de Vivalavinyl, David, del que desconozco su aka (¿es posible que fuese “Rodillas en peligro”? uhmmm, creo que me estoy equivocando), pues me había pedido un par de copias del 7” de El Chavo en Jakarta, un “Poesía soluble” y un Lp de Strand – Non Genetic. Tras unas cañas en el Palentino hablando de hacer cosas, de no hacerlas, de ediciones micro-editoriales, de los medios, de los enteros, del bien, del mal, y del galletismo, nos dirigimos a pasear nuestros dedos en alguna que otra cubeta por aquello de practicar un poco de deporte, sin ninguna intención de luchar por una medalla. De camino a Metralleta, al pasar por delante de La Gramola, ví en la puerta una cubeta que ponía algo así como “Soul-Funk-Disco 3 euros”. Por supuesto, paradita y al lío. Ahí estaba el “The Incredible Sound Machine” de Mantronix. La verdad que no controlo absolutamente nada la trayectoria de Mantronix, pero siendo un disco del 91 no creo que pertenezca a su mejor época. El caso que por 3 euros ¿por qué no probar? Es entonces cuando me doy cuenta de que no he sacado pelas y de que sólo tengo 2,60 euros. Total, que por ahorrarme el viaje a un cajero, decido intentar agenciarmelo con una rebajita de 40 centimillos, dándo lugar a una conversación unilateral, y digo unilateral porque sólo hablaba yo (parecía que el tipo de la tienda tenía algún problema en la garganta). La cosa fue algo tal que así:
- Buenas! Mire que quería este disco pero sólo tengo en efectivo 2,60 euros. Si le va bien, si no me acerco al cajero.
El tío no dice nada, pero me mira y me extiende la mano para que le dé el disco. Se lo doy. Veo que va a coger una bolsa para meter el disco en ella, por lo que le comento:
- No hace falta. Ya tengo bolsa para guardarlo. (todo para ahorrale las molestias y que no haga “más gasto”, todo ello muy catalán por mi parte, y agradecerle la rebaja)
El tío sigue a lo suyo, por lo que le vuelvo a repetir:
- Muchas gracias, pero ya tengo bolsa.
Y nada, el tío me mira y sin dirigirme la palabra continua sacando la bolsa e introduciendo el vinilo en ella. Por lo que claro, se lo agradezco con un: Bueno, no hacía falta, pero muchas gracias; y le dejo los 2,60 euros encima del mostrador, y el tío, sin dirigirme la palabra nuevamente, me acerca los 60 céntimos y me hace un gesto con la mano de afuera a adentro en plan: llévate las migajas, chaval. Y yo claro: no hombre! Pille los 60 céntimos también; y el tipo moviendo la cabeza de un lado para otro. Total, que cogí los 60 céntimos y me despedí dándole las gracias nuevamente. A unos metros David disfrutando del espectáculo.
Una vez en Metralleta, estuvimos mirando cubetas sin demasiado ahínco, comentado algunos discos, luciendo bigote, recordando a mi padre y en medio de ello, me topé con el "All Hail The Queen" de Queen Latifah por 7 euros (la edición de Dro, no la americana), y mira, casi que me lo pillo me dije para mi mismo. Pero emparrados completamente, salimos a un cajero a sacar pasta, y en el trayecto nos desvíamos a Tribu Urbana para ver si tenían a mano los 7” de Polen para recogerlos (ninguna copia vendida desde que los repartí. Buff, exitazo total), dónde nos dimos cuenta de que ya eran las 21 horas ya que estaban cerrando. Aceleramos el paso para volver a Metralleta, pero ya había cerrado. Y en ese preciso momento, el galletismo se desvaneció para lo que quedaba de día.
Puntos de interés a remarcar:
- 7 pulgadas de Galleta disponibles nuevamente en Ama Records (C/ San Lorenzo 19, esquina a Hortaleza)
- Tengo copias para distribuir del catálogo entero de Pulpa. Quien esté interesado que diga algo por aquí, por allá, o por el mail (galletarecords@gmail.com).
Pues eso!
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2 comentarios:
ole
Joer, Abel, me has hecho recordar ese pequenio bastión de morrinia que queda dentro de mi cuerpo. Tu narración sobre los míticos paseillos vinilísticos (aunque no nos enganiemos, aquí se triunfa sí o sí, no como en Mandril) me han dado envidia y me han dado ganas de volver a Madrid... Probablemente, pronto...
Saludos!!!
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